La PM se convirtió en el arma característica de las agencias de seguridad soviéticas casi inmediatamente después de su creación en 1948. El arma original empleaba balas relativamente débiles de calibre 9×18, que eran inferiores respecto a sus «antiguos camaradas» en cuanto a poder de parada. Sin embargo, esta versión modernizada, cuyo uso está muy extendido en la Instalación 3826, es distinta debido a los cambios fundamentales que se le han realizado.

El núcleo polimérico de las balas les proporciona un impacto sustancialmente mayor al fragmentarse, y el mecanismo de gatillo mejorado permite realizar más disparos sin perder precisión. Como resultado, la densidad de fuego es mayor y el arma resulta más efectiva. Pese a que esta arma se creó principalmente para enfrentarse al personal enemigo, la PM también demuestra ser muy eficaz contra máquinas. La red neuronal dañada apenas ha cambiado los planos para fabricar la PM, así que merece la pena prestar mucha atención a la aplicación de mejoras de gran calidad a esta arma.