El mecanismo de un cañón de riel utiliza las fuerzas electromagnéticas de Lorentz, cerrando dos rieles guía paralelos después de aplicar un pulso de corriente corto y muy potente. Los estudios iniciales suponían la presencia obligatoria de una masa acelerada (munición), donde el proyectil de cierre es expulsado a velocidad hipersónica bajo la presión del plasma formado por una potente descarga de arco.

Un cañón de riel alimentado por energía electromagnética pura sin el uso de un proyectil permite dividir instantáneamente casi cualquier objetivo en un rango de masa determinado. El daño de un arma de este tipo resultó ser tan grande que muchos países enviaron sus tecnologías avanzadas de protección de blindajes para su revisión.

Durante mucho tiempo, la principal desventaja del cañón de riel fue su enorme tamaño pero, en 1952, el Departamento de Diseño de Shpagin presentó una versión simplificada para tanques: el EBR-2 de inducción de polímeros, disponible para la infantería pesada. Por suerte, las baterías del traje de Nechaev pueden alimentar con eficacia el EBR-2 a través de un puerto universal.